Hallar respuestas a dichos interrogantes, es muy difícil. Como se cumplen las relaciones esquematizadas en el circulo del desarrollo, es imposible hallar una única solución.
Es por ello que se nos presentó la tarea de entrevistar a cinco personas para conocer sus respuestas a las preguntas en cuestión y sus experiencias personales que las avalan.
Entrevistado Nº1: Éste se trataba de un joven de 22 años que trabaja atendiendo un kiosco mientras continua sus estudios universitarios.
Al plantearle la pregunta, no tardó mas de unos segundos en contestar: “El cambio comienza por uno mismo y después se traslada a la sociedad”, fundamentándolo con algo que le pasó en su trabajo hace un tiempo: “En el kiosco teníamos un problema, las heladeras con las bebidas estaban siempre mal cargadas porque nadie se tomaba el trabajo de organizarlas. Hasta que un día yo lo hice y desde entonces mis compañeros copian mi conducta”. También nos comentó que en su grupo de estudio ocurre lo mismo: Manuel, uno de sus compañeros, es el que entiende mejor todos los temas y se los explica a los demás, al compartir su conocimiento con sus compañeros, éstos también aprueban la materia.
Entrevistado Nº2: Éste fue un operador de remises de 44 años. Su pensamiento respecto al tema no estaba muy definido, ya que sólo supo decirnos: “Los individuos dependen de la sociedad”.
Nosotros, al tratar de obtener argumentos de su parte, preguntamos insistentemente los motivos de su afirmación, pero lo único que obtuvimos como respuesta fue “la verdad que no sé por qué, no recuerdo ninguna anécdota para contarles”.
Entrevistado Nº 3: Se trata de una mujer de 42 años que trabaja en la librería Catamarca (ubicada en La Rioja y Costanera). Al inicio de la entrevista nos dijo: “Los cambios comienzan por las personas”. Esta señora al igual que el operador de remises, carecía de argumentos para justificarse y repetía la frase “no se me viene a la cabeza ahora”. Asimismo, se contradijo al decir “los políticos son quienes ayudan o impiden que la sociedad cumpla con sus objetivos”
Entrevistado Nº4: También le pedimos opinión a una joven de 25 años que trabaja en una empresa de catering. Ella no estaba muy segura de sus ideas, pero nos comentó que los adolescentes en la actualidad están adoptando nuevos hábitos que los aprenden de “la calle”. Por lo tanto, ella piensa que la sociedad es quién influye y condiciona a los individuos.
Entrevistado Nº 5: A continuación entrevistamos a un hombre de 34 años, empleado de salud pública. Él sostenía la idea de que el progreso individual no es contagioso,le parecía ilógico que un individuo pueda contribuir con un conjunto tan grande de personas (la sociedad), dándose así el desarrollo social primero.
Conclusiones:
Nuestro análisis a priori de la situación de la sociedad sugería que no muchas personas serían capaces de contestar de una manera satisfactoria y coherente. Según esta conjetura, pocos individuos se habrían propuesto los interrogantes del desarrollo personal y social con anterioridad.
Una vez finalizadas las entrevistas, se realizó una puesta en común de sus resultados para encontrar sus puntos comunes y contrastantes. En primer lugar, es notorio que muchos
de los sujetos se limitaron a esbozar respuestas complacientes. Parecía ser que sus opiniones eran inventadas precisamente en el momento de expresarlas y, consecuentemente, eran muy pobres en cuanto a su fundamentación y solidez.
En lo referente a los ejemplos, hubo serias dificultades. En algunos casos, no podían hallar situaciones reales que se correspondieran con su opinión y en otros, sus ejemplos eran contradictorios y difíciles de interpretar. Ésto demuestra una gran falta de convicción o de conocimiento sobre la problemática del desarrollo.
Además, hubo un aspecto sumamente notorio en algunas respuestas: la existencia de un conocimiento pasivo que impide el proceso de desarrollo tanto a nivel individual como a nivel social. Recurrentemente, afirmaban que el incumplimiento de las normas (tanto sociales como jurídicas) ocurre en todos los ámbitos de la vida sin que ésto suponga algún tipo de preocupación real. Tanto es así, que aceptan casi con resignación el hecho de que la sociedad esté muy lejos de su ideal y sin planes de desarrollo.
Finalmente, la conclusión de mayor relevancia a la que se llegó es que no se muestran indicios de una voluntad de desarrollo. Fue bastante sorprendente escuchar a los entrevistados hablar en tercera persona sobre la sociedad y sus vicios, como si ellos mismos no fueran parte de ella. De lo anterior se puede inferir que, aún cuando se manifieste que el individuo es indefectiblemente el motor del desarrollo, se sigue pensando que todo progreso debería descender de la sociedad o de algún ente como el estado o el sistema educativo.
Excelente trabajo y análisis.
ResponderEliminarNOTA: 10